miércoles, 9 de noviembre de 2016

12. Dubrovnik - Cádiz

Dubrovnik
El despertador lo teníamos puesto a las nueve, nos toca día de relax y pensamos remolonear un poco que ya toca, pero Manuel a las siete de la mañana se levanta y baja a Dubrovnik para hacer fotos sin la plaga de turistas. A eso de las nueve nos reunimos para desayunar en Dubrovnik pero la horda de gente en chancletas ya ha hecho acto de presencia. Nos damos el paseo de rigor por la ciudad recorriendola de abajo a arriba bajo un calor sofocante, hace muchísima humedad y el ambiente es asfixiante, sin duda el día de más calor de todo el viaje.


Vistas desde la muralla de Dubrovnik

Las calles de Dubrovnik
El baño bajo las murallas es algo innegociable con este calor, nos pegamos un baño fantástico bajo las murallas con una vista espectacular y ya fresquitos, nos venimos arriba y decidimos darnos el paseo que bordean las murallas (en el averno he escuchado que se pasa más fresquito). Escogimos el día más caluroso y la hora más adecuada, las tres de tarde, Que manera de sudar en esa muralla, calor abrasador y ni una sola zona de sombra en la que covijarnos, aún así, como siempre, mereció la pena, la panorámica de la ciudad desde la muralla es fantástica. Tal como bajamos metemos la cabeza en la fuente que está estratégicamente situada a la salida de la muralla. Casi nos da un soponcio, ya algo más personas decidimos darnos un último baño en la playa para no derretirnos definitivamente.

Cargamos las motos y nos dirigimos hacía el norte por la carretera de la costa. A las seis de la tarde decidimos parar y quedarnos en un camping que encontramos por la carretera, por esa zona hay muchos. Entramos como un elefante en una cacharrería con las motos 'parriba' u 'pabajo' sin encontrar la recepción, hasta que una muchcha alertada por la escandalera que lelvamos sale corriendo en nuestro encuentro par amostrarnos lo subnormales que somos (Quien no encuentra una recepción al entrar en un camping?). Después de desocjonarnos un rato montamos las tiendas (De Día!) y nos vamos al bar del camping a por nuestro premio dorado y a por una cena. Hoy tocan mejillones, reza el cartel del bar,(o al menos eso interpretamos), pues mejillones de ha dicho. He visto ensaladeras de Roland Garros más pequeñas que la fuente que nos trajeron de mejillones, que barbaridad! Eso sí riquísimos. Nos pusimos la botas a base de mejillones y cerveza mientras un grupo interpretaba música croata, una buena cena, sino fuera por que caímos en la cuenta de que se nos habían ido los días y ni nos habíamos enterado. YA ESTAMOS A 24??? Como muy tarde el 27 tenemos que estar en Cádiz, que las obligaciones nos requieren.

La playa del camping
El camping está a pie de playa, así que por la mañana nos pegamos la vuelta de rigor para ver el mar y desayunar ya no tan tranquilos, por eso de los días, toca tirar millas, se acabó lo bueno, debemos de desechar algunas cosas que queríamos ver como los Lagos de Plitvice (Lo dejaremos para otra ocasión)

Y eso hacemos conducir conducir y conducir, salimos de Croacia con un chaparrón de mil demonios y nos adentramos en Eslovenia. La luz se está yendo así que es hora de parar. Encontramos un hostal de carretera con bar-pizzeria y parada de bus en un pueblo minúsculo llamado Obrov. En las mesas del bar se pueden ver a los parroquianos tomándose sus licores tranquilamente, sin duda éste es el punto de reunión del pueblo. Cenamos allí mismo, tenemos el culo 'cuadrao' de tanta carretera y mañana nos espera otro día maratoniano.

Lluvía para desayunar y dejar Eslovenia atrás, lo poco que hemos visto es muy bonito, zonas boscosas enormes y mucha vegetación (lo apuntamos para la próxima). Cruzamos Italia de oesta a este sin parar más qu elo necesario para echar gasolina o tomarnos un café. Ya empieza a caer la tarde cuando entramos en Francia y sus infernales peajes. Cada pocos kilómetros debes parar a 'apoquinar', intentamos quitarnos esta parte por lo caro y por lo que tardas en cruzar la costa azul francesa pero es domingo y hoy no hay ferry, así que toca apechugar.


Ya anocheciendo nos salimos de la autpista en un pueblo (de cuyo nombre no quiero acordarme) y preguntamos por un camping, en los mapas del pueblo hay un camping, pero todos a los que preguntamos, incluidos una pareja de policias nos dice que no hay nada de camping que hay un hotelito barato en la otra parte del pueblo, pues nada, allá vamos!

El hotel, daba buenas sensaciones desde fuera, pero... Para empezar no tenía ni recepción, ésta consistía en un máquina expendedora, tipo parking, metías la tarjeta y te sacaba un papel con un código para abrir la puerta. Cuando entramos vemos que era todo fachada, por dentro es como si estuvieras en Zamacola, llegamos a nuestra habitació ( la habíamos elegido al azar, la máquina estaba en francés y no entendimos ni la mitad que nos ponía) y cogemos una habitación doble super cutre con un olor entre tabaco, pies y lejía. Lamentable, hemos estado en Kazajstán en mejores sitios que éste. Sólo nos queda en consuelo de la cena, cerca del hotel hay un Buffalo Grill con carnuza y cerveza a cascoporro, con eso se nos quitará el sin sabor al menos por algún tiempo. El pueblo es 'Walking dead' y no hay ni un alma ni otra cosa abierta, así que de vuelta pa la cutrehabitación, mañana será otro día.

El Buffalo Grill
No hay manera de librarse de las autopista francesa, nos salimos por la nacional y eso es una locura,rotondas y más rotondas una tras otra y camiones y tractores completando el paisaje, tardamos una eternidad en hacer 30 kilómetros de nada, de vuelta a la autopista del sablazo.

Llegamos a España sin más cosa que pagar, echar gasolina, pagar, café, pagar, servicio, pagar....Ya enfilamos la costa para llegar a Valencia donde nos esperan nuestros amigos, una ducha, un bañito reparador en la piscina de Alex y Carol y una buena cena con varios amigos que se han acercado para la ocasión.

Autovía y solano gordo es lo que nos tocó al día siguiente, pasamos por la zona de Córdoba a las cuatro de la tarde y de verdad que no hemos pasado ni en Turquía ese calor, lo más cercano un par de días atrás en Croacia. Un tropicano de aire caliente en la cara nos acompañó hasta que el sol bajó un poco y entramos en Sevilla, esto se acaba, hemos llegado finalmente en la fecha prevista aunque hayamos tenido que pegarnos un sprint final de categoría.

Nos despedimos, Manuel va para Ronda y Javi para Cádiz, se acabó finalmente el viaje. Nos llevamos la cabeza llena de nuevas experiencias, nuevos sitios, nuevos paisajes, nuevas personas, nuevas costumbres, nuevas sensaciones y por supuesto nuevas ganas de hacer el próxima. Viajar es ver algo nuevo cada día y eso hace que cada día sea especial y diferente a todos.



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1 comentario:

  1. muy buenas. Ha sido una grata sorpresa encontrar vuestro blog, y teneros tan cerca, por cierto me ha gustado mucho la forma fresca y distendida con la que contais vuestras historias. Yo vivo en Grazalema, aunqque soy de Jerez, y estoy planeando irme a Turquia en moto para verano. Tal vez podriamos quedar y pudieseis darme algunos consejos. Os dejo mi correo por si os viene bien. Yo podria acercarme cualquier dia a Ronda.
    domingotoledomoreno@hotmail.com
    Saludos cordiales y gracias de antemano.

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