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| La impresionante bahía de Kotor |
Calurosa mañana la que se despierta en
Tirana, tal como bajamos a desayunar nos damos cuenta de que se nos
presenta por delante un día abrasador. Lo primero es abastecerse de
agua que hoy nos va a hacer mucha falta, ensayamos una táctica de
recopilamiento de agua en pequeñas botellas cortesía del hotel y
tiramos millas. Las motos han dormido hoy bajo la vigilancia de un
señor que por lo que se ve no ha tenido mucho movimiento por la
noche, tal como nos ve se nos avalanza para darnos conversación, que
si fútbol pa cá, que si Indurain pa llá, en fin, cosas
apasionantes e interesantísimas para hablar a las ocho de la mañana.
Cargamos y salimos a toda mecha,
tardamos un buen rato en salir de Tirana, no nos gusta visitar
ciudades grandes, es un auténtico coñazo entrar y salir de ellas y
la gente está más resaviada que en las pequeñas poblaciones.
Pronto vemos que el día se va a hacer
algo largo, el tráfico es infernal, las carreteras estrechas y nos
encontramos con todo tipo de contratiempos, un accidente, caravanas
interminables y vacas caminando por la carretera, el total de esta
ecuación es que tardamos cinco horas para hacer 180 kilómetros.
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| Varias imágenes de Kotor |
Paramos en Kotor una pequeña ciudad
amurallada montenegrina que hace las delicias de los turistas, es
realmente aconsejable visitarla si estais por la zona, aunque solo
sea para dar una vuelta por sus estrechas calles empedradas y tomar
alguna foto.
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| El 'banquito' que nos recibe a las puertas de Kotor |
Nos habían comentado que la bahía de
Kotor es muy aconsejable bordearla pues la carretera de la costa
disfruta de unas vistas maravillosas. Otros motoristas prefieren
cruzar el lago en ferry, pero sinceramente creo que se pierden una de
las rutas más impresionantes de la zona.
Vamos bordeando el lago y alucinando
con el paisaje cuando divisamos una pequeña localidad con un
embarcadero y sin pensarnoslo dos veces paramos a darnos un baño,
hace calor y tras una parada para refrescarse sale uno como nuevo, se
te olvida las horas que llevas encima de la moto. Y exactamente nos
pasó eso, que alegría nos dan estas paradas para darnos un bañito
reparador!
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| Bañito reparador con casco incluido |
Tendemos los bañadores y las toallas
en la red de la bolsa estanca y tiramos millas, tenemos que apurarnos
que queremos pasar la noche en Dubrovnik. No estamos lejos de Croacia
y esperamos llegar a una hora prudente. Sabemos que en Dubrovnik no
hay mucha complicación para encontrar alojamiento ya que, aunque en
verano está muy masificado, la oferta de alojamiento es enorme.
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| Dubrovnik |
Tal como llegamos vimos un bar motero y
no nos lo pensamos dos veces, preguntamos en donde poder dormir y la
misma camarera hizo un par de llamadas y a los cinco minutos teníamos
resuelto el problema, además a un precio razonable, sabiendo que
estamos en plena temporada alta en un sitio superturístico como
Dubrovnik. Resulta que una amiga suya alquila habitaciones y su casa
la tiene muy cerca de donde estamos. Nos recibe la mujer, muy amable
y nos invita a unos zumitos y nos enseña la habitación, que está
muy bien, tiene terraza y las pocas habitaciones que tiene, cuatro o
cinco, disfrutan de un jardín común con mesas para tomarnos algo y
relajarnos un poco.
Tras una ducha rápida bajamos a la
ciudad para darnos una vuelta y cenar por el centro. La ciudad está
hasta los topes de turistas, los bares llenos, gente por todas
partes, es una pasada de ciudad pero sin duda para visitarla fuera de
la temporada alta. Tras el premio en forma de cerveza y una buena
cena nos vamos a la habitación a descansar, hoy ha sido un día
largo y se nota. Mañana visitaremos la ciudad a la luz del día.
Pero eso y muchas más cosas la
contaremos en sucesivas entregas
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