En Çanakkale |
Tras la temprana visita al Pamukkale,
nos vestimos de 'astronautas' nos despedimos de nuestro querido amigo
'Cobra Khan' (regente del dolphin hotel) y salimos dirección oeste
hasta donde lleguemos, vemos en el mapa Izmir (Esmirna) y pensamos
que puede ser un buen lugar para hacer la siguiente parada.
Nuestro banquete de desayuno |
Hace un calor de mil demonios, vamos
por carreteras secundarias disfrutando del paisaje a buen ritmo.
Hacemos una parada de rigor para desayunar en una estación de
servicio cerca de Nazilli que tiene un pequeño bar al lado. Como de
momento no sabemos turco, pedimos de comer haciendo señas y
señalando con los dedos, estamos hambrientos y cuando nos traen la
comida vemos que más que un desayuno es un banquete en toda regla,
estofado de carne, arroz y una ensalada con 'tó sus avíos' y el
chile que no falte oiga!
Siestaca después de la comilona |
Izmir y sus casi 3 millones de habitantes |
Seguimos nuestro camino y cuando
llegamos a Izmir vemos que es una ciudad con casi 3 millones de
habitantes, desde la circunvalación vemos los grandes edificios y el
enorme flujo de tráfico, esto no es para nosotros. ¿Aquí queríamos
parar? Dice Manuel, 'amonos' de aquí ya, nada más para entrar y
buscar algún sitio para dormirse nos va un par de horas. Pues nada, seguimos el camino
y ya vamos buscando un pueblito donde poder dormir. No teníamos ni
idea de lo que nos iba a suceder.
Es hora de echar gasolina, acabamos de
pasar Aliağa
y estamos algo cansados y locos por ver un sitio para pasar la noche,
la carretera va cercana a la costa y seguro que encontramos un buen
sitio, pero en la gasolinera cambiaron los planes rotundamente.
Mientras Javi entra a comprar alguna bebida para refrescarnos, Manuel
habla con un par de parroquianos que estaban tomando café en la
gasolinera, nos preguntan lo típico, de dónde sois, cuanto cuesta
la moto, de donde venís... Les preguntamos algún pueblo cercano
barato para dormir y el tipo nos dice que si queremos nos quedemos en
su casa, que está detrás de la montaña que vemos enfrente de la
gasolinera, nos cuenta que es una pequeña villa donde hay unas 20
casas y es muy familiar y tranquilo, nos miramos el uno al otro,
bueno para esto hemos venido, no? Aventura. Pues nada, le damos las
gracias y les decimos que estaríamos encantados.
Manuel, Ertürk, Colega y las luces de neón |
Cruzamos
la autovía y Ertürk (que así se llama el amigo) se monta encima de
la bolsa estanca de Javi y nos mete por unos carriles cuesta abajo
que pensábamos que nos matamos. Con nuestro perfecto inglés le
entendimos que estaba allí con la familia, pero cuando llegamos nos
enseña su humilde casa con un pequeño jardin donde tiene unos
árboles frutales, una lavadora y poco más, nos comenta que vive
solo, que está allí de vacaciones, trabaja en Holanda y que su
exmujer y su hijo están en Izmir y se va allí a descansar y echar
el rato con su buen amigo 'Colega' (Si, le llaman así) un turco
alemán que vive sin luz ni agua en una casa vecina. Ertürk, por
suerte para nosotros, es musulmán pero no practicante, y eso quiere
decir que bebe cerveza. Así que nos montamos en un momento una
barbacoa, llamó a un taxi para que trajeran, pollo, verduras y
mucha cerveza.
Mientras
Colega se encargaba de la barbacoa, Ertürk prepara la ensalada
mientra charlamos del viaje, de nuestras vidas, etc, etc. No nos
dejaba hacer nada, sólo decía: “Ustedes sentarse, descansar y
disfrutar de la cerveza que sois mis invitados”, no paran de
sorprendernos estos turcos. La fiesta está preparada, cerveza,
barbacoa, música y luces de neón azules y verdes a modo de
discoteca por toda la casa. Nos partíamos de la risa con la
situación tan absurda que nos habíamos metido.
Cuarteto de 'descerebraos' |
La
noche va pasando entre risas y anécdotas y de pronto empiezan a
sacar escopetas como locos, “después pegamos unos tiros en el
bosque” decían, nuestras caras eran 'pa' verlas, perdidos en medio
de la nada con dos tipos armados que no conocíamos de nada. Decir
que a día de hoy aún no sabemos exactamente ubicado donde nos
quedamos a dormir ni si esa pequeña villa tiene o no nombre.
Manuel 'durmiendo' vigilante |
La
cerveza voló rápido, lo estamos pasando genial con estos dos
'majaras' y sacamos nuestro arsenal de ron para ir a la playa, que
está solo a unos metros de la casa. Desde la costa se ven las islas
griegas y hace una noche espectacular. Tenemos que volver,
comentamos, pero ¿dónde estamos?
Es
hora de retirarse, para nuestra sorpresa nuestro afitrión nos dice
que él se va a dormir a la casa de su amigo que nos deja la casa
para nosotros, que durmamos tranquilamente y que ya mañana nos
despertemos a la hora que nos parezca que ya aparecerá.
Y
así fue, apareció por la mañana y nos preparó un café antes de
irnos, ha sido una de las mejores y más auténticas noches del
viaje, eso sin duda. Es hora de despedirnos y seguir la aventura.
Nos
dirigimos a Troya (o lo que queda de ella) y echamos la mañana
visitando las ruinas bajo un calor asfixiante, pero ya que estamos
aquí era una parada obligada. Después vamos a Çanakkale, que está
a pocos kilómetros y visitamos el 'otro' caballo de Troya, el que le
cedieron a la ciudad la gran produción de Hollywood. Tras las fotos
de rigor cogemos el ferry hacía la península de Galípoli, ya
estamos oficialmente en Europa de nuevo.
Ruinas de Troya |
Recreación del Caballo de Troya |
Javi en Çanakkale con el caballo de Troya de la película |
Una
larga caravana de camiones nos recibe en Gelibolu (Galípoli) y
comenzamos nuestra búsqueda intensiva de alojamiento, tras preguntar
en diferentes y variopintos lugares nos quedamos con el primero que vimos, la ciudad
está prácticamente llena y no queda mucho hueco libre para estos
dos cansados motoristas. El hombre del hotel nos invita cortesmente
a té mientras hacemos el cheking, Manuel tiene un problemilla con la
carta verde del seguro y no le han mandado la nueva, la antigua está
caducada, habrá que ponerse manos al asunto. Tras unas llamadas
infructuosas vemos que lo tenemos que solucionar nosotros a base de
escaneos y variopintas estratagemas.
Manuel degustando unas 'papas con carne' a la turca |
Cenamos en un típico bar familiar turco buena y real comida casera y de vuelta para el hotel. Turquía
se acaba, y damos paso a Grecia y los Balcanes, pero eso lo
contaremos en la siguiente entrega.
Hasta
entonces nos podeis seguir en Facebook en
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