viernes, 10 de junio de 2016

9. Pamukkale – Gelibolu


En Çanakkale
Tras la temprana visita al Pamukkale, nos vestimos de 'astronautas' nos despedimos de nuestro querido amigo 'Cobra Khan' (regente del dolphin hotel) y salimos dirección oeste hasta donde lleguemos, vemos en el mapa Izmir (Esmirna) y pensamos que puede ser un buen lugar para hacer la siguiente parada.

Nuestro banquete de desayuno
Hace un calor de mil demonios, vamos por carreteras secundarias disfrutando del paisaje a buen ritmo. Hacemos una parada de rigor para desayunar en una estación de servicio cerca de Nazilli que tiene un pequeño bar al lado. Como de momento no sabemos turco, pedimos de comer haciendo señas y señalando con los dedos, estamos hambrientos y cuando nos traen la comida vemos que más que un desayuno es un banquete en toda regla, estofado de carne, arroz y una ensalada con 'tó sus avíos' y el chile que no falte oiga!

Siestaca después de la comilona
Izmir y sus casi 3 millones
de habitantes
Seguimos nuestro camino y cuando llegamos a Izmir vemos que es una ciudad con casi 3 millones de habitantes, desde la circunvalación vemos los grandes edificios y el enorme flujo de tráfico, esto no es para nosotros. ¿Aquí queríamos parar? Dice Manuel, 'amonos' de aquí ya, nada más para entrar y buscar algún sitio para dormirse nos va un par de horas. Pues nada, seguimos el camino y ya vamos buscando un pueblito donde poder dormir. No teníamos ni idea de lo que nos iba a suceder.

Es hora de echar gasolina, acabamos de pasar Aliağa y estamos algo cansados y locos por ver un sitio para pasar la noche, la carretera va cercana a la costa y seguro que encontramos un buen sitio, pero en la gasolinera cambiaron los planes rotundamente. Mientras Javi entra a comprar alguna bebida para refrescarnos, Manuel habla con un par de parroquianos que estaban tomando café en la gasolinera, nos preguntan lo típico, de dónde sois, cuanto cuesta la moto, de donde venís... Les preguntamos algún pueblo cercano barato para dormir y el tipo nos dice que si queremos nos quedemos en su casa, que está detrás de la montaña que vemos enfrente de la gasolinera, nos cuenta que es una pequeña villa donde hay unas 20 casas y es muy familiar y tranquilo, nos miramos el uno al otro, bueno para esto hemos venido, no? Aventura. Pues nada, le damos las gracias y les decimos que estaríamos encantados.

Manuel, Ertürk, Colega y las luces de neón
Cruzamos la autovía y Ertürk (que así se llama el amigo) se monta encima de la bolsa estanca de Javi y nos mete por unos carriles cuesta abajo que pensábamos que nos matamos. Con nuestro perfecto inglés le entendimos que estaba allí con la familia, pero cuando llegamos nos enseña su humilde casa con un pequeño jardin donde tiene unos árboles frutales, una lavadora y poco más, nos comenta que vive solo, que está allí de vacaciones, trabaja en Holanda y que su exmujer y su hijo están en Izmir y se va allí a descansar y echar el rato con su buen amigo 'Colega' (Si, le llaman así) un turco alemán que vive sin luz ni agua en una casa vecina. Ertürk, por suerte para nosotros, es musulmán pero no practicante, y eso quiere decir que bebe cerveza. Así que nos montamos en un momento una barbacoa, llamó a un taxi para que trajeran, pollo, verduras y mucha cerveza.

Mientras Colega se encargaba de la barbacoa, Ertürk prepara la ensalada mientra charlamos del viaje, de nuestras vidas, etc, etc. No nos dejaba hacer nada, sólo decía: “Ustedes sentarse, descansar y disfrutar de la cerveza que sois mis invitados”, no paran de sorprendernos estos turcos. La fiesta está preparada, cerveza, barbacoa, música y luces de neón azules y verdes a modo de discoteca por toda la casa. Nos partíamos de la risa con la situación tan absurda que nos habíamos metido.

Cuarteto de 'descerebraos'
La noche va pasando entre risas y anécdotas y de pronto empiezan a sacar escopetas como locos, “después pegamos unos tiros en el bosque” decían, nuestras caras eran 'pa' verlas, perdidos en medio de la nada con dos tipos armados que no conocíamos de nada. Decir que a día de hoy aún no sabemos exactamente ubicado donde nos quedamos a dormir ni si esa pequeña villa tiene o no nombre.

Manuel 'durmiendo' vigilante

La cerveza voló rápido, lo estamos pasando genial con estos dos 'majaras' y sacamos nuestro arsenal de ron para ir a la playa, que está solo a unos metros de la casa. Desde la costa se ven las islas griegas y hace una noche espectacular. Tenemos que volver, comentamos, pero ¿dónde estamos?

Es hora de retirarse, para nuestra sorpresa nuestro afitrión nos dice que él se va a dormir a la casa de su amigo que nos deja la casa para nosotros, que durmamos tranquilamente y que ya mañana nos despertemos a la hora que nos parezca que ya aparecerá.

Y así fue, apareció por la mañana y nos preparó un café antes de irnos, ha sido una de las mejores y más auténticas noches del viaje, eso sin duda. Es hora de despedirnos y seguir la aventura.

Nos dirigimos a Troya (o lo que queda de ella) y echamos la mañana visitando las ruinas bajo un calor asfixiante, pero ya que estamos aquí era una parada obligada. Después vamos a Çanakkale, que está a pocos kilómetros y visitamos el 'otro' caballo de Troya, el que le cedieron a la ciudad la gran produción de Hollywood. Tras las fotos de rigor cogemos el ferry hacía la península de Galípoli, ya estamos oficialmente en Europa de nuevo.

Ruinas de Troya
Recreación del Caballo de Troya
Javi en Çanakkale con el caballo de Troya de la película
Una larga caravana de camiones nos recibe en Gelibolu (Galípoli) y comenzamos nuestra búsqueda intensiva de alojamiento, tras preguntar en diferentes y variopintos lugares nos quedamos con el primero que vimos, la ciudad está prácticamente llena y no queda mucho hueco libre para estos dos cansados motoristas. El hombre del hotel nos invita cortesmente a té mientras hacemos el cheking, Manuel tiene un problemilla con la carta verde del seguro y no le han mandado la nueva, la antigua está caducada, habrá que ponerse manos al asunto. Tras unas llamadas infructuosas vemos que lo tenemos que solucionar nosotros a base de escaneos y variopintas estratagemas.

Manuel degustando unas 'papas con carne' a la turca
Cenamos en un típico bar familiar turco buena y real comida casera y de vuelta para el hotel. Turquía se acaba, y damos paso a Grecia y los Balcanes, pero eso lo contaremos en la siguiente entrega.


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