miércoles, 24 de febrero de 2016

7. Capadocia - Finike

Vista desde el globo
Hoyo toca levantarse de madrugada para hacer una excursión, es algo a lo que nosotros no estamos acostumbrados, ya que no solemos hacer excursiones guiadas ni en grupo, vamos siempre a nuestra 'bola' decidiendo donde ir sobre la marcha, pero esta vez mereció la pena el madrugón. Tocaba montarse en el globo para ver la Capadocia desde las alturas, sin duda una experiencia única.

Aprovechamos el día para visitar la zona y coger notas para el día siguiente, quedamos en levantarnos a las cuatro y media de la mañana para visitar la zona de los valles y verla al amanecer, tras una bonita ruta volvemos al hotel para echar una cabezadita antes de dejar la Capadocia. Al salir nos encontramos con un policia motorizado y le preguntamos cual es la mejor ruta para salir dirección suroeste y para nuestra sorpresa, nos dice que le sigamos, nos lleva con la lengua fuera a 150 kms/h cruzando pueblos a toda pastilla, Nos guió durante unos 30 kilómetros con fanfarria y luces incluida, muy amable el hombre, a ver si aquí le preguntas a un policia por un sitio y te lleva treinta kilómetros hasta la misma puerta. Un apretón de manos y a seguir la ruta

Javi con los chicos del taller
Como vamos por la mitad del viaje más o menos decidimos parar en un taller para que le echaran un vistazo por encima a la moto de Javi, que desde el cambio del kit de arrastre ni siquiera ha parado a tensar la cadena. Por cierto los chicos del taller Kuba motor, no nos cobraron nada por la revisión, esta gente es la hostia.

Tras una maratoniana jornada de moto, llegamos a Beysehir, como la mayoría de pueblos a los que fuimos por estas fechas, estaba de fiesta, acaba el Ramadán y en todos los sitios montan una especie de feria, con cacharritos, puestos de comida y de ropa. Dimos una vuelta por la feria y tuvimos sin duda la peor experiencia gastronómica del viaje, una especie de kebab pero relleno de una pasta, que tenía aspecto de comida para gatos con un sabor bastante indescriptible, se nos quedó grabado para la posteridad, después del fracaso, decidimos ir a cenar a un sitio de comida local, pero ésta vez tampoco acertamos, aunque el sitio quizás ya nos lo estaba diciendo a gritos, un verdadero 'bache' versión turca. Buscamos una cerveza para relajarnos, búsqueda totalmente infructuosa, solo tenían los hoteles, nos la dieron en un sitio apartado y servida en vasos de cocacola de plástico para que no vieran ni a nosotros ni al contenido. Menos mal que quedan esos reductos para 'guiris'.

El 'bache' de Baysehir
Manuel aprovecha para hacerle otro chapú a las botas
La cascada de Manavgat
Javi con los chavales que
nos levaron a las cascadas
De Beysehir nos dirigimos dirección sur a la costa, a Manavgat, a ver la famosa cascada cerca de la ciudad de Side, además de la cascada hay frondosos bosques y la gente del lugar aprovecha para pasar allí una jornada de descanso. En la ciudad preguntamos a dos chicos que iban en moto y una vez más, nos dijeron que les siguéramos que nos llevarían hasta allí, nuestra sorpresa fue que no solo nos llevaron hasta allí sino que se metieron hasta dentro con nosotros, nos hicieron fotos en la cascada, nos enseñaron el lugar, le quisimos invitar a un refresco por las molestias y se negaron, tuvimos que insistir para invitarlos. Nos llama mucho la atención este afán por ayudar, otra muestra más de la generosa hospitalidad turca.

Parada para repostar algo de líquido
Con tanta visita, como siempre se nos va haciendo tarde y tiramos por la costa, ya buscaremos algún sitio cuando vaya atardeciendo y tras una espectacular carretera de montaña junto a la costa dimos con Finike, era casi de noche cuando llegamos, no nos lo pensamos dos veces y paramos allí. Tenemos un gran recuerdo del pueblo, nos pegamos un buen homenaje de buen 'pescao frito' a buen precio y además vendían hasta cerveza, se ve que la zona de la costa es más turística.

Con las pilas cargadas nos despertamos temprano, queremos ver la ciudad Licia de Mira y visitar sus famosas tumbas rupestres excavadas en la roca, antes de llegar a Pamukkale, pero eso lo contaremos en la próxima entrega.


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